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Por qué te deshidratas más en invierno, y cómo evitarlo

Cuando pensamos en deshidratación, solemos imaginar verano, calor y sudor. Sin embargo, el invierno puede deshidratarte incluso más rápido.


Entre calefacciones encendidas, bebidas calientes que sustituyen al agua y la pereza de tomar líquidos con frío, tu cuerpo termina pidiendo auxilio silencioso… y tu piel también.
Entre calefacciones encendidas, bebidas calientes que sustituyen al agua y la pereza de tomar líquidos con frío, tu cuerpo termina pidiendo auxilio silencioso… y tu piel también.




El invierno roba agua… sin que te des cuenta

El aire frío contiene menos humedad y hace que tu piel pierda agua más rápido. A eso se suma la calefacción, que seca el ambiente como si exprimiera cada gota a tu alrededor.



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Resultado:



  • Labios partidos

  • Piel tirante

  • Cansancio

  • Dolores de cabeza

  • Sed “fantasma” (esa que no sientes, pero tu cuerpo sí)


Por eso, hidratarte no es opcional… aunque no tengas sed.





La buena noticia: con los nutrientes adecuados y algunos cambios simples en tu rutina, puedes mantenerte hidratado desde adentro y lucir una piel suave y saludable durante toda la temporada.



1. Electrolitos: la chispa que tu cuerpo necesita


Tu cuerpo no solo necesita agua: necesita minerales que la ayuden a entrar a las células. Esa es la misión de los electrolitos, un grupo formado por sodio, potasio, magnesio y otros minerales esenciales.

¿Por qué son importantes en invierno?Porque aunque sudes menos, sigues perdiendo electrolitos al respirar aire frío y seco. Sin ellos, el agua simplemente “pasa de largo” y no hidrata de verdad.



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Beneficios:


  • Mantienen tu energía estable

  • Favorecen la concentración

  • Mejoran el rendimiento físico

  • Evitan dolores de cabeza por deshidratación



Tip: 

Añade un suplemento de electrolitos a tu agua si trabajas en ambientes calefaccionados, haces ejercicio o pasas mucho tiempo en exteriores fríos.




2. Magnesio: el mineral que equilibra tu

hidratación interna


El magnesio actúa como un regulador maestro en el cuerpo, ayudando a que los líquidos se distribuyan correctamente.Cuando falta, puedes sentirte cansado, rígido y con dolores musculares, incluso si tomas suficiente agua.



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Beneficios:


  • Ayuda a mantener el balance de líquidos

  • Reduce calambres y tensión muscular

  • Favorece un sueño profundo

  • Contribuye a una piel más suave y relajada





Recomendación: 

El magnesio glicinato o quelado suele ser más amable para el estómago.




3. Omega 3: hidratación para tu piel desde adentro


El omega 3 es un ácido graso esencial que actúa fortaleciendo la barrera natural de la piel, evitando que la humedad escape.En invierno, esa barrera se vuelve vulnerable, y el omega 3 es como ponerle un buen abrigo.



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Beneficios:


  • Reduce resequedad y descamación

  • Disminuye enrojecimiento e inflamación

  • Mejora la suavidad y elasticidad

  • Ayuda a mantener una piel luminosa






Tip:

Ideal para piel sensible o muy seca.



4. Rutina de cuidado de piel para combatir la resequedad


Para completar la hidratación interna, necesitas una capa protectora externa. Nada complicado: solo constancia.



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  • Usa limpiadores suaves

  • Aplica crema espesa o humectantes con ceramidas

  • Sella la hidratación con un aceite ligero

  • No uses agua muy caliente

  • Aplica bálsamo labial varias veces al día






Bonus:

Combina tu rutina con colágeno o ácido hialurónico, que aumentan la hidratación desde adentro.




El invierno no perdona,

pero tú sí puedes prevenir


En invierno te deshidratas más por una mezcla de aire seco, cambios de temperatura y hábitos que no favorecen tomar agua.Pero con electrolitos, magnesio, omega 3 y una buena rutina de cuidado de piel, puedes mantenerte hidratado, con energía y con un rostro suave incluso en los días más fríos.



Tu cuerpo también necesita un sorbo extra cuando bajan las temperaturas.

Dale agua… y dale minerales.





Fuentes recomendadas

Electrolitos e hidratación

  • Sawka, M. N., & Cheuvront, S. N. (2018). Human water needs. Nutrition Reviews, 76(6), 693–707. https://doi.org/10.1093/nutrit/nuy043

  • National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. (2020). Dietary Reference Intakes for Water, Potassium, Sodium, Chloride, and Sulfate.

Magnesio y balance de líquidos

Omega 3 y salud de la piel

  • Boelsma, E., van de Vijver, L. P., Goldbohm, R. A., Klöpping-Ketelaars, I. A., Hendriks, H. F., & Roza, L. (2003). Human skin condition and its associations with nutrient concentrations in serum and diet. American Journal of Clinical Nutrition, 77(2), 348–355.

  • Calder, P. C. (2018). Very long-chain omega-3 fatty acids and human health: fact, fiction and the future. Proceedings of the Nutrition Society, 77(1), 52–72.


 
 
 

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